Entrevista a Aria Bedmar (‘Pioneras’). La actriz nos habla sobre la nueva docuserie de Movistar+ que realiza una mirada distinta a la historia de Luisa Ignacia Roldán, Dolors Aleu, Carmen de Burgos y María de Castilla
Entrevista a Aria Bedmar de’Pioneras’, la nueva docuserie de Movistar+, en colaboración con Dlo/Magnolia
‘Pioneras‘, la docuserie de Movistar+, en colaboración con Dlo/Magnolia, sigue la vida de cuatro mujeres históricas y pioneras como Luisa Ignacia Roldán, Dolors Aleu, Carmen de Burgos y María de Castilla; además, a la vez, se conocerá a otras mujeres que han influido en campos como la medicina, la política, el deporte, las artes o la ingeniería. Una mirada única y especial a la historia que conduce la periodista Nieves Conconstrina.
Para hablar de ‘Pioneras’ hemos contado en exclusiva con Aria Bedmar, la actriz que da vida a la reina Maria de Castilla en el primer episodio. Ella, en esta entrevista, habla y recomienda ‘Pioneras’, habla de sus referentes y de la necesidad de este tipo de series, entre otras cosas interesantísimas.
Disfruta de nuestra entrevista a Aria Bedmar donde habla sobre la serie de Movistar ‘Pioneras’
-Aria, interpretas a la gran María de Castilla en el primer capítulo de ‘Pioneras’, una nueva serie de Movistar+. ¿Qué es lo que más te ha sorprendido a la hora de interpretar a tu pionera en esa época de gran desigualdad hacia las mujeres?
Pues, yo creo que una de las grandes cosas que me ha podido sorprender de María ha sido la capacidad porque claro, yo interpreto a María tanto en su edad más joven como en su edad media, por así decirlo. Y, luego, otra actriz que la hace en una edad más avanzada. Entonces, hay una gran diferencia entre la María de Castilla más joven, que quizá está más influenciada, pues, por las ideas de la sociedad del momento, el tema de que la mujer está ahí para parir, para llevar hijos, para traer hijos al mundo, para cuidar de ellos y ya está. ¿No? Es un poco como la idea que se tenía. Entonces esa María primera, pues vamos a poner 16-20 años, pues tiene un poco esa idea de “yo soy aquí para traer hijos al mundo de mi marido”, que es Alfonso V. Y cuando ve que eso ya no puede ser, de que la sociedad tiene una… ¿No? Esperar en algo que ya no quiere de sí misma, pues entonces empieza a romper barreras.
Y lo que más me sorprende es que al día de hoy nos sigue sorprendiendo a veces que una mujer rompa barreras, pero es que esto se lleva haciendo toda la vida. Esta idea que pensamos que son muy modernas o que son muy contemporáneas, como esta cosa del techo de cristal, de las dificultades que tenemos las mujeres para llegar a cosas que han llegado los hombres. Esta idea que está rondando, que afortunadamente cada vez es más y más y más y más pequeña, porque la igualdad está bastante más conseguida que hace unos años, pero que esto se lleva luchando desde hace mucho tiempo. Y es una pena que una persona como María de Castilla, con lo luchadora que fue, con esta cosa de romper estigmas, de romper cosas que ya no quería para sí misma, cómo se hacían en una época medieval. Es muy fuerte, muy fuerte.
-Hablando de referentes/pioneras. ¿Cuáles han sido o son tus referentes femeninos?
Pues, a ver, mis referentes femeninos. Pues te podría decir. O sea, uno de mis grandes referentes realmente ha sido la que hoy en día es mi mujer. Me parece que es una persona del entorno muy luchadora, no se deja vencer por nada. Es una persona que por luchadora ha conseguido todo lo que ha querido en la vida. Y lo que todavía no ha conseguido es porque todavía no lo ha conseguido. Entonces, me parece muy digno de mencionar que no solamente porque somos parejas, realmente, de forma objetiva, cualquier persona que la conozca, lo sabe. Es una persona muy empeñada en conseguir lo que quiere y al final lo hace por eso.
Entonces, aparte de ella, por supuesto, personas que no son de mi entorno y que vamos a poner son figuras conocidas, podríamos decir ‘Pink’, la cantante, que me parece igual. O sea, ella empezó de una manera, tuvo como una situación familiar difícil y a partir de la música encontró su solución personal. Ella se fue refugiando en la música hasta que hizo de su refugio su pasión y de su pasión su profesión. Y como no se ha quedado nunca conforme con nada. Entonces, es una persona que no solamente se ha dedicado su vida a cantar. O sea, esta chica te hace de todo. Tiene un directo que es una auténtica locura. Una auténtica locura. Es una tía que no se conforma con nada. Y aparte, también muy andrógina. Cosa que me parece maravilloso.
Otra cosa que me parece muy referente y no lo sabía porque no lo he conocido hasta hace poco, ha sido Harry Styles. Hablando de cosa andrógina, personas como Prince o como Elton John, como David Bowie, Miguel Bosé… Personas que han sido andróginas y que han sido muy criticadas en su época por haber roto con todas esas barreras. Pues, en esta generación es Harry Styles, que lo han llevado como un poco más allá. Y no solamente lo vamos a poner, folclórico. No. Si no que directamente hace una cosa que me parece maravillosa,… lo que hace es que en muchas entrevistas se pone un collar de perlas. ¡Qué cosa más simple! Está cosa es muy asociada a la mujer y más como de una mujer mayor, como una señora, incluso que una joven lleve un collar de perlas es raro. Pues, llegaba con su collar a su manera, con una corbata o una falda. Es decir, completa y absolutamente fuera de género. Se pone lo que le da la gana. Me parece maravilloso. Creo que con esa persona podremos formar mis referentes de hoy en día.
-¿Qué es lo que has aprendido de interpretar a María de Castilla en ‘Pioneras’?
Pues un rasgo que es muy característico de María de Castilla es que ella tenía epilepsia. Me parecía también muy curioso, porque en esa época la Iglesia y la religión era lo que manejaba el mundo y, como a vista de otra persona, tú no sabes que tiene un ataque epiléptico y tú puedes creer que es el demonio. Que sí, cuando no tienes información de nada, lo primero que piensas y lo que han enseñado en tu vida que es Dios, tú piensas que esa persona trae algo malo. Pues, como no se deja vencer por eso, y a pesar de la epilepsia, a pesar de que no pudo ser madre… o era estéril o a lo mejor el estéril era Alfonso V que tampoco me extrañaría nada. Sin embargo, el caso es que cuando una mujer no podía concebir… la culpa era de ella, nunca se pensaba que a lo mejor era el hombre el estéril. No importa. ¡La culpa es de la mujer!
Con todos factores que tenía la pobre María, como que tenía todas las papeletas para convertirse en María la Loca, tenía todas las papeletas. Por ejemplo, si se le hubiera ocurrido echar la culpa de no tener hijos a de Alfonso V, seguramente, la habrían tachado de loca para después meterla en un calabozo como le pasó a Juana la Loca.
Me parece absolutamente admirable que una mujer de su época, que tenía todas las papeletas para quedarse encerrada, para ser sumisa, para aceptar lo que le dicen y ya está…. como no se conformó con eso, tiró para adelante. Vamos. Se agarró la falda con fuerza y dijo: «aquí no me hunde nadie». Y, como poquito a poco, fue ganando esa fuerza de pasar de ser, pues, una jovencita de 15-16 años que tenía los ideales que le habían impuesto a ir rompiendo barreras y, a base de los golpes de la vida, en vez de quedarse abajo, lo que hizo fue hacerse más fuerte. Eso me parece absolutamente admirable.
-’Pioneras’, ¿te ha enseñado que hay muchas más mujeres decisivas en la historia de las que muestran los libros?
Totalmente, totalmente. O sea, cuando yo vi la historia, de esta mujer… O sea, a mí no me da vergüenza decir que yo a María de Castilla no la conocía, en el sentido de que su nombre me sonaba, pero yo no conocía su historia. Pero claro, cuando yo digo es que no la conocía: “madre mía, ¡qué vergüenza!”. No, no, no. Es que lo común es no conocerla. Es que es muy fuerte. Lo común es no saber quién es esta persona al igual que Carmen de Burgos.
Las historias que se cuentan en ‘Pioneras’ son para dar visibilidad a todas aquellas que por una razón o por otra, pues se ha quedado atrás. Por ejemplo, su nombre no lo sé, pero la mujer que hizo posible que el hombre pisara a la Luna. Fue una mujer. Ella fue la que la inventó el método. Creo que era como el código para poder lanzar el cohete y tal… Pero como eso, como una mujer fue la que realmente hizo que el hombre pudiera viajar a la Luna… y eso no se cuenta tanto. Claro, los hechos de los hombres se cuentan sin ningún pudor y los de las mujeres… ahora se empiezan a contar. Ahora sí, pero como habían estado silenciados hasta ahora.
-Si tuvieras la oportunidad de viajar al pasado. ¿Qué te gustaría decir o preguntar a María de Castilla?
Me impondría muchísimo, me impondría muchísimo encontrarme con esta señora. Sabes, yo creo que… Mira, creo que cojo el testigo de una frase que me gusta mucho, que he visto recientemente, que es: “gracias a personas como ella, gracias a que ella caminó, nosotras podemos correr”. Me encanta esa frase y creo que se la diría ella. Creo que le diría: “Gracias María, porque, aunque durante muchos años quedarás silenciada, llegará un día en que se reconocerá lo que has hecho… y gracias a ti y a mujeres como tú, que os atreviste a caminar, a día de hoy nosotras podemos correr”.
-Creo que la frase es perfecta y que también define la serie.
Sí, sí, sí, claro. Luego también se asocia a una mujer de hoy en día que se encuentra ante una situación y problemas parecidos. Y no solamente se cuenta la vida de una persona de la que hablan los libros, como que se ve algo muy lejano, como María de Castilla, época medieval. «¡Eso es muy lejano!». Pues ¡no, no! Si por lo que sea, esa historia, no le cale tanto o le cueste ver la dosis de realidad de esa historia, pues hay una persona real de carne y hueso que hoy en día está luchando por salir adelante y te cuenta también su historia. ¿Sabes qué? Parece muy muy bonito.
-¿Cómo fue la preparación del personaje de María de Castilla? ¿A qué retos te has enfrentado?
Por un lado, o sea, creo que al menos yo lo hago cuando preparo cualquier tipo de personaje, intento hacerlo de la forma más natural posible. En el sentido de sí, yo me paro a pensar en que estamos en época medieval, en que es una mujer que ha tenido muchos palos en la vida, en que está físicamente muy marcada porque pasó una viruela y tenía la cara llena de marcas… Entonces, si yo me paro a pensar eb todo eso, quizá lo hago desde un punto más impostado, que yo creo que cuando una persona pasa algún tipo de dificultad en la vida, se lo cuenta a alguien y esa persona dice: “¡ay pobrecito! Yo no sé cómo lo has conseguido”. Pues consiguiéndolo, pues luchando día a día por hacerlo.
A veces cuando estás metido realmente en la piel de alguien que está pasando un mal momento o ha tenido mala vida o una vida difícil, es más natural de lo que desde fuera parece. Por eso, en esa preparación, me informé bien de la época medieval para llegar a entender que la religión era el pilar absoluto de la vida. Porque yo en mi vida diaria, por ejemplo, la religión no me supone nada, no soy nada creyente y tal. Ya, ahí, hay un paso bastante grande, es un cambio bastante grande. Por eso, entender que la religión es lo que manda.
Por otro lado, entender la epilepsia que tenía esa mujer porque, claro, antes no había ningún tipo de información sobre ella. Normalmente, se representa en televisión a través de convulsiones, espuma por boca…, pero eso es como un caso muy, muy extremo. Pues, para hacer María de Castilla me tuve que informar bien de la epilepsia para saber, digamos, los efectos, pero no saber las causas, que esto era difícil. Las investigué después, porque si yo sabía las causas, a lo mejor también me ponen en un lugar diferente si yo sé lo que ocurre. María de Castilla no tenía que saber por qué le ocurría… solo sabía que, por una cuestión de nervios, había veces que le daban convulsiones y perdía el conocimiento. Eso es lo que tendría que saber. No sabía más.
También prepararme un poco el tema de la realeza. Es decir, como lo que ella decía iba a misa, por así decirlo. En cierto modo, era lo que decía el rey, pero cuando él no estaba, era ella la que mandaba. Pero si el rey está, es lo que dice el rey. Entonces, como Alfonso V tuvo que irse un tiempo y María se quedó sola, ahí fue cuando María empezó realmente a sentirse más poderosa e individual.
Entender, la historia de esta mujer, me pareció como todo muy natural. Porque todas las piezas del puzle que hacen de ella, una mujer fuerte, pues están ahí, ¿no? Es decir, la epilepsia o no poder traer hijos al mundo, no se sabe si es por ella o por él. Otra cosa importante, el tema de la fealdad, porque quizá de natural no era tan fea, pero el problema eran las marcas de la viruela. Ella tampoco se sentía una mujer atractiva. También es muy fuerte. Es muy duro para una chica joven con marcas que no se sienta atractiva. Es muy duro. Entonces, como que son todos esos ingredientes los que han hecho de María de Castilla una mujer fuerte. Y, como estos se van incluyendo poco a poco porque no es de la noche a la mañana. Ella no nació así, por así decirlo. No nació una mujer fuerte, poderosa y empoderada. No. Se fue haciendo con el tiempo. Pero bueno, como que todo sigue un proceso muy natural y muy lógico
-Gracias a la lucha feminista incansable, la apuesta de series con protagonismo femenino y productos como ‘Pioneras’. ¿Crees que hará que las chicas jóvenes tengan muchos más referentes femeninos, ya sean reales o ficcionales?
Totalmente, totalmente. Cuando algo no se nombra, no existe. Perdóname la expresión, pero es una mierda como una catedral. Es así. Es asqueroso que tenga que ser así, pero es así. Lo que no se nombra, no existe. Entonces, personas como tú y como yo, que ya tenemos, digamos, una edad en la que podemos pensar por nosotros mismos, podemos comprobar si algo que nos pasa es normal o no, o eso cómo nos hace sentir y podemos intentar entender lo que nos pasa. Sin embargo, un niño o una niña pequeña, que le ocurre algo diferente al círculo del que se rodea, de familia, de amigos o en el cole, esa persona es la única que se siente así, no tiene a qué agarrarse… Pues, esa persona, piensa que hay algo mal porque dices que “si soy la única o soy el único que le pasa esto, entonces yo estoy mal”. Pues ¡no! Cuando ves en ficción, cuando es en un libro, en un cómic, en la película, una serie, una persona real de carne y hueso, cuando tú ves… ahí un referente, es cuando empiezas a entender qué te pasa.
A mí me pasa por lo menos con mi sexualidad. Yo soy una persona… Me considero, vamos a decir bisexual. Tampoco me considero de ninguna otra manera. Entonces, claro, yo de pequeña, con 11 años, fue que yo vi por primera vez un beso entre dos mujeres y dije: “hola, ¡que esto existe también! Es una posibilidad y yo no lo sabía. ¡Qué fuerte!”. Yo dije: “pues, ¿a lo mejor? A mí también me gusta. No lo sé… como nunca lo he probado”. Si yo no hubiera visto eso, yo no hubiera hecho esa pregunta y a lo mejor a día de hoy me hubiera seguido sin hacer o me la hago más tarde. Quizá lo descubro más tarde y ya tengo una pareja masculina estable y ya me da miedo salir de esa relación porque bueno, es estabilidad, que miedo me da dar el salto. Pues no. Cuanto más pequeños veamos todas las posibilidades que hay, antes sabremos qué tipo de personas somos.
«Y no por ver eso…» que forma parte del argumento que tienen a veces las personas que son como más cerradas o más miedosas. Piensan que, si tú a un niño o a una niña le enseñas una referencia, suponte de una persona trans, tú le estás inculcando, tú le estás presionando para que vaya en ese camino. ¡No, no, no! Yo no lo estoy empujando a nada. Si este niño o esta niña no sabe que existe esa posibilidad, a lo mejor esta pequeña personita lo es y no lo sabe… Y, lo sea o no lo sea, vea o no vea el referente, lo va a seguir siéndolo. El problema es que se va a tirar media vida o toda una vida sin descubrirse a sí mismo o a sí misma, ahí está el problema.
Entonces, darle voz a todo ese tipo de historias, a mujeres fuertes, empoderadas, que lo han sido toda la vida. Como yo comentaban antes, que parece que es algo que es un concepto nuevo. Y no, absolutamente no. Esto ha existido toda la vida. Lo que pasa que antes eran mujeres que se pueden decir a cuentagotas y que el final que han tenido muchas veces ha sido un final trágico… y, ahora, cada vez somos más las que nos atrevemos a salir de nuestro pequeño cascarón de cristal y decir: “oiga, perdone, señor, perdone, señora. Aquí estoy yo y no soy menos que nadie, ni soy inferior a nadie. No soy ni superior a ti, ni mucho menos, somos iguales”. Somos iguales, tenemos mismos derechos y posibilidades. Por eso, este tipo de historias, me parecen súper, súper necesarias. Súper.
-Sé que es difícil lo que te voy a preguntar, ya que al final es la segunda vez que te entrevisto y creo que eres una persona bastante humilde e inteligente. Sin embargo, me atrevería a decir que realmente, en otro nivel, eres un referente para muchas personas. Hablo del fenómeno Maitino. Puedo estar seguro de que eres un referente, aunque a lo mejor tú no lo quiera ser o te dé cosas de decirlo. ¿Cómo te sientes al ser un referente o pionera para mucha gente?
Pues, creo que igual que cuando me preparo los personajes… si me paro a pensarlo… (se ríe). Me invade un poco… no es tanto miedo, porque no es miedo, pero es un poquito de respeto, que me entra mucho respeto. Porque claro, es eso: tú ves una persona, como en este caso María de Castilla, que es un personaje que la poca información que podemos tener de ella ha sido de las cartas que escribió, de alguna imagen, de un dibujo que hay de ella, y de palabras. Vamos a poner. Lo que sabemos de ella son palabras. No tenemos ni mucho menos un video o una foto. No tenemos. Entonces, como que de alguna manera sería lejano.
Sin embargo, cuando una persona de carne y hueso es el referente, a mí me entra mucho el parraque, porque digo: “Dios mío, ¡cómo yo soy una de ellas!” No sé, a lo mejor por mi mente abierta o por mi forma de hablar porque yo intento no tener filtro y a veces eso es bueno y a veces eso no es tan bueno. Como que tengo que tener un poco de cuidado con lo que digo, por lo que pueda pasar, y da mucho miedo que se tergiversen las palabras y tal. Pero bueno, intento vivirlo con la mayor naturalidad posible y las personas, muchas o pocas, que vean en mí un punto de referencia al que seguir o del que coger ideas… yo me siento absolutamente halagada de eso. Me parece maravilloso. Me encanta que la gente vea en mí algo positivo, tanto como para quedarse con algo de lo que yo digo, algo de lo que yo soy y de lo que hago. Eso me parece maravilloso.
Pero bueno, intento no pensarlo demasiado, porque si no me da miedo que al pensarlo y racionalizarlo me haga cambiar algo, decir: “¡¿Cómo puede decir esto en esta entrevista?! ¡¿Cómo puede subir yo esta foto?! No, no, claro, como hay gente que me sigue y tal, que me toman como referencia no, a lo mejor no”. Pues no, si dejo de hacerlo a lo mejor dejo de ser esa referencia, porque la referencia que toman de mí es un poco la libertad de decir lo que tú quieras, eso sí, sin dañar y engañar al próximo. Que es un poco “hakuna matata vive y deja vivir”. Si dejas vivir al otro… Entonces, bueno, pues me remueve cosas, remueve cosas que me digan que soy un referente.
-Si a alguien no le ha quedado con todo lo que hemos hablado de la serie. Dime brevemente, ¿por qué la gente tiene que ver ‘Pioneras’?
Porque se va a sorprender mucho, porque es un formato… que yo al menos no lo conocía, el formato de docu-ficción, hasta que entré en el proyecto de ‘Pioneras’. Ya no solamente por la historia que se va a contar de las mujeres, que se van a enseñar, no solamente por esas personas que hay en papel del pasado, sino personas del presente, de carne y hueso, que van a estar frente a la cámara, hablando de su vida, de las experiencias que han vivido o de las dificultades a las que se han enfrentado. Ya no solamente por eso, sino por la forma de contarlo. Porque hay momentos en los que hay una representación del pasado, como he hecho yo con María de Castilla, pero no es una representación al uso, no es: “María se encuentra en esa situación y ya está”. No. Es la simbología. Se va a mostrar una simbología preciosa. Va a ver momentos en los que el personaje directamente mira a cámara… y es que te llega. O sea, me parece que es una lanza y hace «¡pum!» y te llega al corazón. Te remueve. Si realmente entras en el juego… te remueve todo, te da en el corazón. Y me parece precioso.
-Creo que por último me encantaría preguntarte, aunque sea brevemente por tu papel en ‘Dime quién soy’ que es otra serie de Movistar. Háblanos un poquito sobre la serie para que la gente la vaya conociendo.
Pues, ‘Dime quien soy’, trata de la vida de Amelia Garayoa, que es una mujer un poco en esta línea que estamos hablando. Es una mujer empoderada, absolutamente. Una mujer que luchó por sí misma y se cuenta su historia a través de los ojos de su nieto. Entonces en su vida, estuvo en muchos lugares distintos, se encontró con muchas personas distintas. Tuvo buenos momentos, tuvo malos momentos, tuvo pésimos momentos…
Bueno, y yo tengo una colaboración en esa serie, en el que soy una persona de los tantas que Amelia se encuentra en la vida. Entonces, digamos que como personaje principal está Amelia y, luego, prácticamente el resto, si no somos episódicos, casi, casi. Estamos como en momentos determinados de su historia. Eso sí, creo que hay un par de personajes más que están alrededor suya que sí que están en todo momento. Me parece superinteresante lo que le pasa y como transita por lugares completamente diferentes. Mi colaboración es un poco ahí, en un momento de su vida, pues aparezco, y luego ella sigue transitando hacia otro lugar. Se puede decir que es una montaña rusa la vida de Amelia Garayoa.
