Durante la II Segunda Guerra Mundial miles de obras de arte fueron expoliadas por los nazis. ¨La dama de oro¨ quiere llevar a la pantalla la historia real de una de esas obras.
¨Retrato de Adele Bloch-Bauer I¨, también conocido como ¨La dama de oro¨, es un cuadro pintado por el artista austriaco Klimt que pertenecía a una acaudalada familia, pero tras la invasión nazi pasó a pertenecer al Museo Belvedere de Viena. La cinta relata el litigio de los herederos 50 años después (año 1998) por recuperar el cuadro.
La película opta por utilizar dos líneas temporales, una situada en el presente de la película, del año 1998 en adelante, y otra que nos cuenta la ocupación nazi de Austria y la vida de la familia Bloch-Bauer en el año 1938. La coordinación de ambas líneas temporales es muy buena, entrecruzándose sin ningún problema, gracias en parte a un solvente montaje, eso sí, el desarrollo de ambas es muy desigual.
La película apuesta de forma primordial por la línea temporal de 1998 y es todo un acierto. En esta parte asistimos a un drama judicial rodado con mucho pulso y sabiendo llevar a la perfección los momentos de tensión. En este sentido, la película recuerda por su estilo a los dramas judiciales que tan famosos fueron en los 90 como ¨Algunos hombres buenos¨ o ¨Acción civil¨. Pero además de captar la esencia de los dramas judiciales de los 90, tiene otro acierto en este aspecto: su fidelidad. No opta por hacer elipsis y simplificarlo todo y muestra el proceso tal y como es, con sus diferentes vistas y todo el entramado de recursos. Incluso en su parte final se atreve a explicar de forma muy sucinta lo que son los procesos arbitrales y como funcionan. En definitiva, nos encontramos con una de las mejores películas judiciales de los últimos años.
A que funcione muy bien la trama de 1998 contribuyen su pareja de actores formada por Helen Mirren y Ryan Reynolds. La química entre ellos en pantalla es evidente y sus momentos cómicos son el alivio perfecto en muchos momentos para el drama judicial. De Mirren ya conocíamos su talento y aquí nos regala otra gran interpretación, más sorprendente es ver a Reynolds en un papel de esta índole y cumple con creces. Les secundan Katie Holmes y Daniel Brühl con papeles muy pequeños. Lo cierto es que el caso de este último es sangrante y es simplemente un artificio de guión para hacer avanzar la trama y ya está, quedando en el fondo un personaje plano. Es tal vez el único defecto de esta trama temporal.
La línea temporal de la ocupación nazi es todo lo contrario, nos encontramos ante una historia que en principio podía resultar muy interesante como es la de la familia Bloch-Bauer, pero poco sabemos de la historia real de la familia. Esta parte se convierte en una sucesión de escenas sobre la ocupación de Austria y en una historia de huida que hemos visto ya mil veces en el cine. Da la perfecta impresión de que esas escenas son intercambiables por la de otras muchas películas de la II Guerra Mundial. No es que sea una mala parte y la dirección es muy solvente, simplemente no aporta nada y da la impresión de que han querido estirar al máximo el filón del conflicto bélico por encima de la historia que querían contar.
La labor de dirección es muy buena, podemos decir que Simon Curtis sigue en la misma senda que mostró en su primera película para cine ¨Mi semana con Marilyn¨ y sabe muy bien como abordar hechos históricos. A su labor le ayudan un montaje muy ágil y una banda sonora obra de Hans Zimmer y Martin Phipps que se adapta muy bien a la película y es un elemento esencial (especialmente en la línea de 1938).
No tan sobresaliente es la labor de guión, apostando por el duo Mirren–Reynolds y dejando al resto de personajes muy desdibujados, especialmente se nota en el caso de Brühl. En la trama de 1938 apenas da pinceladas de la historia de la familia y del cuadro, dejando muchas cosas en el tintero.
En conclusión, pese a tener dos partes tan diferentes entre sí y sus pequeños fallos de guión, en su conjunto la película funciona muy bien y es muy entretenida.
Lo mejor: La visión judicial, Mirren-Reynolds
Lo peor: la parte de la ocupación nazi
Nota: 7,5/10